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Cada frasco ámpula contiene: |
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Citarabina |
100 mg |
500 mg |
1 g |
Vehículo |
5 ml |
5 ml |
10 ml |
IFARAB puede utilizarse solo o en combinación con otros agentes antineoplásicos en padecimientos como leucemia mieloide aguda, leucemia linfoblástica no aguda, leucemia linfoblástica aguda, leucemia linfocítica aguda en adultos y niños, eritroleucemia, linfomas histiocíticos difusos, leucemia meningeal y en la fase blástica de leucemia crónica mielocítica.
La citarabina está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad al fármaco.
El efecto adverso más importante de la citarabina es la toxicidad hematológica. La mielosupresión se manifiesta por megaloblastosis, leucopenia, trombocitopenia y anemia; la severidad depende de la dosis y del esquema de administración.
Los efectos gastrointestinales son: náuseas y vómito que se manifiestan posteriormente a la administración intravenosa rápida que en la infusión continua. Otros menos frecuentes son diarrea, anorexia, inflamación oral, anal y dolor abdominal. Esofagitis, ulceraciones esofágicas así como hemorragia gastrointestinal también pueden ocurrir.
Los efectos neurológicos a grandes dosis pueden ser necrosis encefalopática, ceguera, cuadriplejia y parálisis.
Otros efectos adversos son fiebre, salpullido, alopecia, conjuntivitis, retención urinaria, neuritis, celulitis o tromboflebitis en el lado de la aplicación. Se ha asociado con disfunción renal, disfunción hepática e ictericia, raramente sepsis en el sitio de la aplicación.
Una reacción característica a la aplicación de IFARAB es la fiebre, mialgia y dolor óseo que aparecen comúnmente 6 a 12 horas después de la administración. Menos frecuente dolor esternal, conjuntivitis y malestar general. Se ha demostrado el beneficio del uso de corticosteroides para tratar o prevenir este síndrome; si son persistentes estos síntomas los corticosteroides deben de continuarse.
IFARAB se presenta en frascos ámpula con 100 mg/5 ml, 500 mg/5 ml y 1 g/10 ml.
La solución inyectable de IFARAB está lista para usarse a una concentración de 20 y 100 mg/ml. La presentación de 20 mg/ml es apropiada por vía intravenosa, subcutánea e intratecal; sin embargo la de 100 mg/ml puede ser administrada vía intravenosa y subcutánea, no así por vía intratecal debido a la hipertonicidad de esta fórmula.
Cuando se realiza la infusión intravenosa, la citarabina se puede diluir con solución glucosada o solución de cloruro de sodio al 0.9%; éstas deberán de utilizarse inmediatamente.
La dosis y método de administración de IFARAB varía de acuerdo al protocolo de tratamiento que se inicie, puede ser aplicada rápidamente vía intravenosa o por infusión; las dosis se deberán consultar de acuerdo a los protocolos de citarabina y otros agentes antineoplásicos (tioguanina, doxorrubicina o daunorubicina) que pueden ser asociadas con la citarabina. La mayoría de las dosis se dan en mg/kg, aunque puede convertirse al área superficial (m2).
En leucemia, la dosis usual es de 2 mg/kg por día vía intravenosa por 10 días, si al término no hay respuesta tóxica, la dosis se puede aumentar a 4 mg/kg, bajo estrecha vigilancia y cuentas de leucocitos; sin embargo, se llega a observar toxicidad a estas dosis.
Cuando se requiera de infusión la citarabina puede administrarse intermitentemente a dosis de 3 a 5 mg/kg/5 días consecutivos; esta forma de tratamiento puede repetirse después de 2 a 9 días, hasta que aparezca toxicidad o respuesta terapéutica.
Como agente único para las remisiones en pacientes con leucemia aguda, al IFARAB se da a dosis de 200 mg/m2 en infusiones IV durante 5 días (2 veces por semana).
El tratamiento de mantenimiento es a razón de 1 a 1.5 mg/kg vía intravenosa o subcutánea, una o dos veces a la semana.
En leucemia meníngea puede establecerse una amplia variedad de dosificación, la dosis recomendada no debe exceder de 100 mg, puede alternarse con metotrexate (sistémica o intratecal). La dosis de citarabina intratecal es de 10 a 30 mg/m2 tres veces por semana hasta que los resultados del LCR vuelvan a la normalidad; la presentación de 100 mg/ml no se deberá administrar por esta vía debido a la hipertonicidad.
La mielosupresión es bifásica con nadires a 7 a 9 días y 15 a 24 días, la recuperación de médula aparece de 7 a 64 días, siendo promedio el 28o. día.
Los niños pueden recibir dosis más altas que la del adulto.
En ancianos ningún dato sugiere cambios en la dosis; sin embargo, es más susceptible la toxicidad en leucopenia, trombocitopenia y anemia.
Precauciones en la preparación de IFARAB: El personal que efectúe estos procedimientos deberá protegerse adecuadamente con ropa especial, guantes y cubre bocas, al personal de enfermería (embarazadas) se les aconseja no manejar agentes antineoplásicos.
En caso de contaminación: Al entrar en contacto con la piel ésta deberá lavarse con abundante agua o solución salina normal, una pasta o crema local puede ser usada; en caso de que el medicamento afecte a los ojos, se debe llevar al paciente de inmediato al médico. En caso de derrame, el operador se debe poner guantes y recoger el material derramado con una esponja (guardarla en esa zona para este fin), lave el área dos veces con agua, coloque todas las soluciones y esponjas en un recipiente de plástico y séllelo.
Eliminación: Las jeringas, adaptadores y recipientes que contengan trazas de solución, materiales absorbentes y cualquier otro material contaminado, deberá ponerse en un recipiente de plástico grueso impenetrable para posteriormente incinerarlo a 1,000°C.