CÁPSULAS
Estás aquí
Contáctanos
Cada cápsula contiene:
Clorhidrato de doxepina
equivalente a ...... 25 mg
doxepina
Excipiente, cbp ....... 1 cápsula
Antidepresivo tricíclico.
Doxepina es un agente psicoterapéutico seguro y eficaz para el tratamiento de pacientes con:
- Trastornos psiconeuróticos, en los cuales la depresión y la ansiedad son síntomas prominentes.
- Neurosis de ansiedad, acompañada o no de síntomas somáticos; depresión reactiva; cuadros mixtos de ansiedad, depresión y alcohólicos con ansiedad y/o depresión.
- Depresión psicótica, incluyendo depresión endógena, melancolía involutiva, depresión senil, depresión post parto y reacción maniaco-depresiva en fase de depresión.
- Los síntomas que responden al tratamiento incluyen: ansiedad, depresión, tensión, aprensión, agitación, trastornos somáticos funcionales, insomnio, pérdida de interés, sentimientos de culpa, retraso psicomotor e hipocondría.
Al igual que con otros agentes psicoterapéuticos, el grado y comienzo de respuesta es diferente de un enfermo a otro. Los pacientes que muestren una respuesta satisfactoria pocos días después de iniciada la terapia, mientras que otros pueden no responder sino al cabo de dos o más semanas. El efecto antiansiedad es aparente antes del efecto antidepresivo. El efecto antidepresivo óptimo puede no ser evidente por 2 a 3 semanas.
Doxepina está contraindicado en los individuos que han mostrado hipersensibilidad a ATCs (antidepresivos tricíclicos), doxepina o a alguno de los ingredientes inactivos de la fórmula.
Doxepina también está contraindicado en pacientes con glaucoma y los que tienen tendencia a presentar retención urinaria. Estos trastornos deben descartarse, sobre todo en pacientes ancianos.
Nota: Algunos de los eventos adversos señalados abajo no se han reportado específicamente con el uso de doxepina. Sin embargo, debido a las estrechas semejanzas farmacológicas que hay entre los derivados tricíclicos, deben también considerarse cuando se prescriba doxepina.
Efectos anticolinérgicos: Se han informado resequedad bucal, visión borrosa, constipación y retención urinaria. Si se agravan o no desaparecen al continuar el tratamiento, puede ser necesario disminuir la dosis.
Efectos sobre el sistema nervioso central: La somnolencia es el efecto colateral más observado, y tiende a desaparecer al continuar su administración. Otras reacciones indeseables reportadas con poca frecuencia son: confusión, desorientación, agitación, alucinaciones, aturdimiento, parestesias, ataxia, síntomas extrapiramidales, convulsiones, disquinesia tardía y temblores.
Cardiovasculares: Los efectos cardiovasculares, incluyendo hipotensión, hipertensión y taquicardia, se han informado ocasionalmente.
Alérgicos: Ocasionalmente, se ha presentado erupción cutánea, edema facial, fotosensibilización y prurito.
Hematológicas: Se ha reportado eosinofilia en pocos pacientes. Ocasionalmente, ha habido reportes de depresión de la médula ósea, en forma de agranulocitosis, leucopenia, trombocitopenia y púrpura.
Gastrointestinales: Se ha reportado náusea, vómito, indigestión, trastornos del gusto, diarrea, anorexia y estomatitis aftosa (ver también Efectos anticolinérgicos).
Endocrinos: Con la administración de tricíclicos, se ha reportado aumento o disminución de la libido, edema testicular y ginecomastia en hombres, aumento del tamaño de las mamas y galactorrea en las mujeres, y elevación o disminución de la glucemia y el síndrome de secreción inapropiada de la hormona antidiurética.
Otros: Ocasionalmente se han observado: mareo, tinitus, aumento de peso, diaforesis, escalofríos, fatiga, debilidad, bochorno, ictericia, alopecia, cefalea, exacerbaciones del asma e hiperpirexia (en asociación con cloropromacina).
Síntomas de deprivación: La suspensión abrupta del medicamento después de su administración prolongada puede producir náusea, cefalea y malestar general, los cuales no son indicativos de adicción.
Caja con frasco con 20 cápsulas de 25 mg.
Para la mayoría de los enfermos con un padecimiento entre leve y moderado, se recomienda la dosis inicial de 75 mg. La dosis se podrá aumentar o disminuir posteriormente, a intervalos apropiados y de acuerdo con la respuesta individual. La dosis óptima usualmente va de 75 a 150 mg diarios. En pacientes más gravemente enfermos, se pueden necesitar dosis mayores con incrementos graduales subsecuentes, hasta alcanzar 300 mg al día en caso necesario. Rara vez se consigue efecto terapéutico adicional elevando más de 300 mg/día la dosis.
Los enfermos con síntomas muy leves o con las manifestaciones emocionales que acompañan a los padecimientos orgánicos, suelen requerir dosis más bajas. Algunos de ellos se han controlado con dosis tan bajas como 25 a 50 mg/día.
La dosis diaria total de doxepina se puede administrar en una sola o varias tomas al día. Cuando se emplea una dosis diaria, la cantidad máxima que puede administrarse es de 150 mg, que se podrá administrar a la hora de acostarse.
Uso en ancianos: Se requiere una reducción de la dosis en los ancianos.
Uso pediátrico: No se recomienda el uso de doxepina en niños menores de 12 años ya que no se han establecido las condiciones de seguridad de su uso.
Uso en pacientes con insuficiencia hepática: Se requiere una reducción de la dosis en pacientes con insuficiencia hepática.
Uso en pacientes con insomnia o somnolencia: En aquellos pacientes en quienes el insomnio constituya un síntoma importante, se recomienda dividir la dosis diaria total, de manera que se administre una mayor parte por la noche. Alternativamente, si aparece somnolencia como un efecto secundario del tratamiento, puede administrarse doxepina bajo este esquema o puede reducirse la dosis.