Ads Cardiovascular
MEDOPAL
Estás aquí
Contáctanos
Cada tableta contiene:
Metildopa ........... 250 y 500 mg
Excipiente cbp .... 1 tableta
MEDOPAL®, metildopa, está indicado en hipertensión arterial, ya sea leve, moderada o severa.
La metildopa está contraindicada cuando existen las siguientes entidades clínicas:
- Enfermedad hepática activa.
- Hepatitis.
- Cirrosis.
- Hipersensibilidad a cualquiera de los componentes de la fórmula.
- Si la administración previa de este fármaco fue asociada con enfermedad hepática.
Es importante mencionar que la terapia con metildopa puede producir anemia hemolítica, prueba de Coombs positiva y trastornos hepáticos, lo cual puede llevar, aunque en forma rara, a complicaciones potencialmente fatales, a menos que se tomen las medidas terapéuticas adecuadas.
La terapia prolongada con metildopa, entre 6 y 12 meses de tratamiento, puede hacer que se desarrolle prueba de Coombs directa positiva en 10 a 20% de los pacientes. La incidencia más baja ha ocurrido con dosis diarias de 1 g o menos, lo cual ha provocado en muy raras ocasiones complicaciones fatales. Sin embargo, no se puede predecir cuales pacientes con prueba de Coombs directa positiva podrían desarrollar anemia hemolítica.
La existencia previa de prueba de Coombs directa positiva no es por si misma una contraindicación para el uso de metildopa. Si hay desarrollo de dicha prueba durante la administración del fármaco el médico debe determinar si la anemia hemolítica existe y si la prueba de Coombs puede ser o no un problema.
Antes de iniciar el tratamiento, es deseable obtener algunas cuantificaciones sanguíneas, hematócrito, hemoglobina, conteo de eritrocitos y así tener parámetros para establecer si existe anemia. Deben realizarse conteos periódicos durante la terapia para detectar la presencia de anemia hemolítica. En caso de que la anemia fuera provocada por la metildopa, el fármaco debe suspenderse y ello causa que la anemia desaparezca prontamente, en caso contrario se administran corticoides y deberán buscarse otras causas que pudieran provocar la anemia.
Cuando la metildopa cause Coombs positivo solo o con anemia hemolítica, el eritrocito usualmente está cubierto sólo con IgG. La prueba de Coombs puede no revertir a la normalidad sino hasta semanas o meses después de que se suspende la administración de metildopa.
La necesidad de transfusión sanguínea podría ser evidente si el paciente tiene la prueba de Coombs directa e indirecta positivas, en tal caso, deberá contactarse con un hematólogo para la valoración y procedimiento adecuados.
Raras veces se ha reportado fiebre dentro de las primeras tres semanas de tratamiento con metildopa, asociada en algunos casos con eosinofilia y anormalidades de una o más pruebas de función hepática, como fosfatasa alcalina, transaminasas séricas, bilirrubina y tiempo de protrombina. Puede haber ictericia acompañada o no de fiebre, usualmente dentro de los 2 a 3 primeros meses de terapia. En algunos pacientes los hallazgos son compatibles con colestasis, en otros, los hallazgos son consistentes con hepatitis y daño hepatocelular.
En muy raras ocasiones se ha reportado necrosis hepática fatal posterior al tratamiento de metildopa. Estos cambios hepáticos pueden representar reacciones de hipersensibilidad. Deberán hacerse determinaciones de función hepática durante los primeros 6 a 12 meses de terapia o si ocurre fiebre de origen inexplicable.
Puede ocurrir sedación, usualmente pasajera, durante el inicio de la terapia o si la dosis se incrementa. Pueden notarse cefalea, astenia o debilidad como síntomas tempranos y pasajeros.
Sistema cardiovascular: Puede haber deterioro de angor pectoris, falla cardiaca congestiva, hipotensión ortostática hipersensibilidad del seno carotídeo prolongada, edema, ganancia de peso, bradicardia.
Aparato digestivo: Se ha reportado pancreatitis, colitis, vómito, diarrea, náusea, constipación, distensión abdominal, flatulencia, lengua “negra”.
Sistema endocrino: Se ha reportado hiperprolactinemia.
En sangre se han descrito las siguientes reacciones: Depresión de médula ósea, leucopenia, granulocitopenia, trombocitopenia, anemia hemolítica; pruebas positivas para anticuerpos antinucleares, células LE, factor reumatoide y prueba de Coombs.
Hígado: Trastornos hepáticos incluyendo hepatitis, ictericia y pruebas de función hepática anormales.
SNC: Parkinsonismo, parálisis de Bell, actividad mental disminuida, movimientos coreoatetósicos involuntarios, síntomas de insuficiencia cerebrovascular, psicosis, depresión, pesadillas, cefalea, fotofobia, vértigos.
Musculosquelético: Artralgias con y sin edema articular, mialgias.
Aparato respiratorio: Nariz congestionada.
Piel: Necrólisis epidérmica tóxica, rash.
Metabolismo: Aumento en BUN.
Urogenital: Amenorrea, agrandamiento de los senos, ginecomastia, impotencia, galactorrea, disminución de la líbido.
Respiratorio: Congestión nasal.
Caja con 30 tabletas de 250 ó 500 mg.
Vía de administración: Oral.
La dosis usual de inicio de MEDOPAL® es de 250 mg, 2 ó 3 veces al día en las primeras 48 horas. Posteriormente la dosis diaria puede ser incrementada o disminuida, de preferencia en intervalos no menores de dos días, hasta que se observe la respuesta adecuada.
Para minimizar la sedación, los aumentos de dosis se pueden administrar en las noches.
Cuando la metildopa es administrada a pacientes en tratamiento con otros antihipertensivos, la dosis de estos fármacos puede necesitar ser ajustada a efecto de tener una transición suave.
Si MEDOPAL® es administrado con otros antihipertensivos diferentes a las tiazidas, la dosis inicial de metildopa debe limitarse a 500 mg diarios en dosis divididas. Si MEDOPAL® se administra conjuntamente con una tiazida, la dosis de ésta no necesita ser modificada.
La dosis usual de MEDOPAL® es de 500 mg a 2 g al día divididos en 2 a 4 tomas. Aunque hay pacientes que ocasionalmente han respondido a dosis más altas, la dosis máxima recomendada es de 3 g.