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CLOZER
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¿Para qué sirve el medicamento Clozer?
Útil en el tratamiento de crisis de ausencia atípicas, convulsiones mioclónicas y atónicas, espasmos infantiles, desórdenes del pánico y síndromes fóbicos.
¿Cómo se toma el medicamento Clozer?
Lactantes y niños de hasta 10 años de edad: 0.01 a 0.03 mg/kg diarios, administrados en 2 a 3 dosis divididas.
Niños entre 10 y 16 años: 1 a 1.5 mg/día, administrados en 2 a 3 dosis divididas.
Adultos: No deberá exceder los 1.5 mg por día.
¿Qué contiene el medicamento Clozer?
Clonazepam.

Cada tableta contiene:
Clonazepam .............. 0.5 y 2.0 mg
Excipiente, cbp ......... 1 tableta
- Anticonvulsionante.
- CLOZER está indicado en ausencias típicas (pequeño mal), ausencias atípicas (síndrome de Lennox-Gastautu), convulsiones mioclónicas y convulsiones atónicas (síndrome de caída), en espasmos infantiles (síndrome de West), en los desórdenes de pánico y en los síndromes fóbicos.
- También está indicado como terapia de adición en el tratamiento de las convulsiones tónico-clónicas (gran mal), convulsiones parciales simples y complejas, en convulsiones tónico-clónicas generalizadas y en el tratamiento obsesivo-compulsivo.
No deberá utilizarse en pacientes con hipersensibilidad conocida al clonazepam o a cualquiera de los componentes de la fórmula, o en aquellos casos con insuficiencia respiratoria grave.
Los siguientes efectos no deseados suceden con frecuencia: cansancio, sueño, lasitud, hipotonía muscular, debilidad muscular, mareo, obnubilación, reacciones retardadas. Estos efectos son usualmente transitorios y desaparecen generalmente de manera espontánea durante el curso del tratamiento o con una reducción de la dosis. Pueden ser parcialmente prevenidos aumentando la dosis lentamente al principio del tratamiento.
Se ha observado baja concentración, inquietud, confusión, y desorientación. Puede ocurrir amnesia anterógrada al utilizar benzodiazepinas a dosis terapéuticas y el riesgo aumenta con dosis mayores. Los efectos amnésicos pueden ir asociados de compartimiento inapropiado.
Con ciertas formas de epilepsia, es posible un aumento en la frecuencia de las convulsiones durante el tratamiento a largo plazo. Puede presentarse depresión en los pacientes tratados, pero también podría estar asociado a la enfermedad subyacente.
Se han observado las siguientes reacciones paradójicas: Excitabilidad, irritabilidad, comportamiento agresivo, agitación, nerviosismo, hostilidad, ansiedad, alteraciones del sueño, pesadillas y sueños vívidos.
En casos raros puede ocurrir urticaria, prurito, erupción, pérdida de cabello transitorio, cambios en la pigmentación, náuseas, síntomas epigástricos, dolor de cabeza, reducción en las plaquetas sanguíneas (trombocitopemia), disminución del deseo sexual (pérdida del líbido), impotencia e incontinencia urinaria.
Se han reportado casos aislados de desarrollo reversible de características sexuales secundarias prematuras en niños (pubertad precoz incompleta). Se han reportado también reacciones alérgicas y muy pocos casos de anafilaxis con el uso de benzodiazepinas.
Pueden ocurrir desórdenes reversibles como habla lenta o confusa (disartria), coordinación reducida de movimientos y pasos (ataxia) y problemas de la visión (visión doble, nistagmo). Puede presentarse depresión respiratoria. Este efecto puede agravarse por una obstrucción preexistente de las vías respiratorias o daño cerebral, o si se han administrado otros medicamentos que depriman la respiración. Como regla este efecto puede ser evitado ajustando cuidadosamente la dosis a los requerimientos individuales de cada paciente. En lactantes y niños pequeños, puede provocar una producción aumentada de saliva o secreciones bronquiales. Deberá tenerse entonces especial atención para mantener despejadas las vías respiratorias. El uso de las benzodiazepinas pueden llevar al desarrollo de una dependencia física y psicológica de estos productos. El riesgo de dependencia aumenta con la dosis y la duración del tratamiento, y es particularmente pronunciada en pacientes predispuestos con una historia de alcoholismo y abuso de drogas.
Una vez que se ha desarrollado la dependencia física, la terminación abrupta del tratamiento estará acompañada de síntomas de abstinencia. Durante el tratamiento a largo plazo, los síntomas de abstinencia pueden desarrollarse tras un largo periodo de uso, especialmente con dosis altas, o si la dosis diaria se reduce rápidamente o se suspende de manera abrupta. Los síntomas incluyen temblores, sudoración, agitación, alteraciones del sueño y ansiedad, dolor de cabeza, dolor muscular, ansiedad extrema, tensión, inquietud, confusión irritabilidad y convulsiones epilépticas que pueden ir asociadas a la enfermedad subyacente. En casos graves pueden ocurrir los siguientes síntomas: desrealización, despersonalización, hiperacusia, entumecimiento y hormigueo en las extremidades, hipersensibilidad a la luz, el ruido y al contacto físico o alucinaciones. Como el riego de aparición de síntomas de abstinencia es mayor tras la suspensión abrupta del tratamiento –aún así es de corta duración– deberá terminarse reduciendo gradualmente la dosis diaria.
Efectos en la habilidad de conducir y utilizar maquinaria: Aún al tomarlo de acuerdo con las indicaciones, el clonazepam puede enlentecer las reacciones hasta el grado de alterar las habilidades de conducir un vehículo o de operar maquinaria. Este efecto se agrava con el consumo de alcohol. Deberá evitarse conducir, operar maquinaria y otras actividades peligrosas totalmente o al menos durante los primeros días del tratamiento. La decisión a este respecto deberá tomarla el médico que atiende al paciente y deberá estar basada en la respuesta del paciente al tratamiento y en la dosis involucrada.
Caja con 10, 20, 30 y 100 tabletas de 0.5 y 2.0 mg.
Oral.
Dosis estándar: La dosis deberá ajustarse individualmente de acuerdo con la respuesta clínica de cada paciente, su tolerancia física y su edad.
Como regla general se administra como una terapia de fármaco único, en dosis bajas, para casos nuevos y no resistentes a la terapia. Una dosis oral única comienza a tener efecto dentro de los primeros 30 a 60 minutos y se mantiene efectiva durante 6 a 8 horas en niños y 8 a 12 horas en adultos.
Para evitar reacciones adversas al principio de la terapia es esencial comenzar el tratamiento a dosis bajas y aumentar la dosis diaria progresivamente hasta que se alcance la dosis de mantenimiento adecuada para cada paciente individual.
La dosis inicial para lactantes y niños hasta los 10 años de edad (o hasta 30 kg de peso) es de 0.01 a 0.03 mg/kg diarios, administrados en 2 a 3 dosis divididas. La dosis deberá ir aumentando en no más de 0.25 a 0.5 mg cada tercer día hasta que se alcance una dosis diaria de mantenimiento de aproximadamente 0.1 mg/kg de peso corporal, o bien hasta que las convulsiones se controlen o los efectos secundarios impidan un aumento mayor.
La dosis diaria para niños entre 10 y 16 años: La dosis inicial es de 1 a 1.5 mg/día administrados en 2 a 3 dosis divididas.
La dosis puede aumentarse en 0.25 a 0.5 mg hasta que se alcance la dosis individual de mantenimiento (generalmente 3 a 6 mg/día).
La dosis individual para adultos: No deberá exceder los 1.5 mg/día, divididos en 3 dosis. La dosis podrá incrementarse en 0.5 mg cada 3 días hasta que se controlen adecuadamente las convulsiones o bien los efectos secundarios impidan otro aumento.
La dosis de mantenimiento deberá individualizarse para cada paciente dependiendo de la respuesta. Generalmente es suficiente una dosis de mantenimiento de 3 a 6 mg/día. La dosis terapéutica máxima para adultos es 20 mg al día y no deberá excederse.
La dosis diaria deberá dividirse en tres dosis iguales. Si las dosis individuales no son iguales, la dosis mayor deberá administrarse antes de retirarse.
El nivel de dosis de mantenimiento se alcanza con mayor facilidad tras 1 a 3 semanas de tratamiento.
Una vez que se ha alcanzado el nivel de dosis de mantenimiento, la cantidad puede administrarse como una dosis única en la noche. Antes de agregar CLOZER a un régimen anticonvulsivante preexistente, deberá tomarse en cuenta que el uso de anticonvulsivantes múltiples puede resultar en un aumento de efectos adversos.
Instrucciones especiales de administración: Puede administrarse de manera concomitante con uno o varios agentes antiepilépticos, en cuyo caso deberá ajustarse la posología de cada fármaco para lograr el efecto óptimo. Como con todos los agentes antiepilépticos el tratamiento con CLOZER no deberá detenerse abruptamente, sino que se reducirá por etapas.