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KANA
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Cada ampolleta contiene:
Sulfato de amikacina |
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Vehículo cbp |
2 ml |
2 ml |
2 ml |
4 ml |
KANA, está indicado en el tratamiento a corto plazo de infecciones graves causadas por gérmenes gramnegativos susceptibles incluyendo Pseudomonas spp., Escherichia coli, Proteus spp. (indol positivo o indol negativo), Providencia spp., Klebsiella-Enterobacter-Serratia spp. y Acinetobacter (Mima-herellea) spp. Estudios clínicos han demostrado que KANA, es efectivo en septicemia y bacteremia (incluyendo sepsis neonatal); en infecciones serias del tracto respiratorio, huesos y articulaciones, sistema nervioso central (incluyendo meningitis), piel y tejidos blandos; infecciones intraabdominales (incluyendo peritonitis); infecciones en quemaduras y posoperatorias (incluyendo cirugía vascular). Los estudios clínicos han demostrado que KANA, también es efectivo en infecciones graves y recurrentes complicadas de vías urinarias debidas a estos microorganismos. Los aminoglucósidos, incluyendo KANA, no están indicados en infecciones de vías urinarias no complicadas o iniciales a menos que el microorganismo sea resistente a antibióticos que tengan menor potencial tóxico. Cuando amikacina esté indicada en infecciones urinarias no complicadas, puede prescribirse una dosis reducida (ver Dosis y vía de administración). Se deberán realizar estudios bacteriológicos para identificar al microorganismo causal y su sensibilidad a la amikacina. KANA, puede ser considerado en la terapia inicial en infecciones que se sospechen causadas por microorganismos gramnegativos y se puede iniciar el tratamiento antes de la obtención de los resultados de los antibiogramas. Los estudios clínicos han demostrado que KANA es efectivo en infecciones causadas por cepas de gramnegativos resistentes a gentamicina o tobramicina, particularmente Proteus rettgeri, Providencia stuartii, Serratia marcescens o Pseudomonas aeruginosa.
La decisión de continuar el tratamiento con el medicamento deberá estar basada en resultados de las pruebas de sensibilidad, la severidad de la infección, la respuesta del paciente y las importantes consideraciones adicionales incluidas en el apartado de Advertencias en la sección de Precauciones o restricciones de uso durante el embarazo o la lactancia. KANA, ha demostrado su efectividad en infecciones por estafilococos y puede ser considerado como el tratamiento inicial bajo circunstancias precisas en el tratamiento de infección conocida o sospechosa por estafilococo. Ejemplo: infecciones severas donde el microorganismo causal puede ser una bacteria gramnegativas o un estafilococo, infecciones causadas por cepas sensibles de estafilococo en pacientes alérgicos a otros antibióticos o en infecciones mixtas causadas por gérmenes gramnegativos y estafilococo. KANA, puede estar indicado en infecciones graves específicas como sepsis neonatal, como terapia asociada con una penicilina, ya que existe la posibilidad de infecciones por microorganismos grampositivos como estreptococo o neumococo.
KANA, está contraindicado en paciente alérgicos a la amikacina o a cualquier otro componente de la fórmula. Antecedentes de hipersensibilidad o reacciones tóxicas severas a otros aminoglucósidos pueden contraindicar su uso, ya que puede ocurrir sensibilidad cruzada de estos pacientes a los antibióticos de este tipo.
Todos los aminoglucósidos tienen el potencial de inducir toxicidad vestibular, auditiva o renal y bloqueo neuromuscular (leer Advertencias, en la sección anterior). Estas intoxicaciones ocurren más frecuentemente en pacientes que tienen o han tenido insuficiencia renal, cuando han recibido un tratamiento con otros medicamentos ototóxicos o nefrotóxicos y en pacientes tratados por tiempos prolongados y/o con dosis mayores a las recomendadas.
Neurotoxicidad-ototoxicidad: El efecto tóxico en el octavo par craneal puede ocasionar pérdida de la audición, pérdida del equilibrio o ambos. La amikacina inicialmente afecta la función auditiva. El daño coclear incluye sordera o sonidos de alta frecuencia y habitualmente se presenta antes de que la pérdida auditiva pueda ser detectada por audiometría (ver Advertencias y Otras precauciones, en la sección anterior).
Neurotoxicidad-bloqueo neuromuscular: Pueden presentarse después del tratamiento con aminoglucósidos, parálisis muscular aguda o apnea (ver Advertencias y Otras precauciones, en la asección anterior).
Nefrotoxicidad: Se ha reportado elevación de la creatinina sérica, albuminuria, presencia de cilindros de eritrocitos y leucocitos, azoemia y oliguria. Los cambios de la función renal son habitualmente reversibles cuando se discontinúa el antibiótico (ver Advertencias y Otras precauciones, en la sección anterior). Como era de esperarse con los aminoglucósidos, se han recibido reportes de nefropatía y daño renal durante la vigilancia posmercadeo.
Otras: Además de las descritas anteriormente, se han reportado otras reacciones adversas que rara vez se presentan, como erupción cutánea, fiebre medicamentosa, cefalea, parestesia, temblor fino, náuseas y vómito, eosinofilia, artralgia, anemia, hipotensión e hipomagnesemia. Se ha reportado infarto de las máculas provocando pérdida permanente de la visión, posterior a la inyección intravitral (inyección en el ojo) de amikacina.
Uso pediátrico: Los aminoglucósidos deberán emplearse con precaución en prematuros o neonatos debido a la inmadurez renal de estos pacientes y a la prolongación resultante de la vida media sérica de estos medicamentos.
Caja con 1, 2 y 5 ampolletas de 100 mg/2 ml.
Caja con 1, 2 y 5 ampolletas de 250 mg/2 ml.
Caja con 1, 2 y 5 ampolletas de 500 mg/2 ml.
Caja con 1 ampolleta de 1 g/4 ml.
Se deberá obtener el peso del paciente antes del tratamiento para calcular la dosis correcta. BICLIN* puede administrarse tanto por vía intramuscular como por vía intravenosa. El estado de la función renal deberá ser evaluado por determinaciones en la concentración de creatinina sérica o por el cálculo de la depuración de creatinina endógena. La determinación del nitrógeno ureico es mucho menos confiable para este propósito. La evaluación de la función renal deberá realizarse periódicamente durante la terapia. Cuando sea posible, deberán realizarse determinaciones de amikacina en suero para asegurar niveles adecuados y no excesivos. Es deseable determinar tanto las concentraciones séricas pico como las terminales durante el tratamiento. Deben evitarse las concentraciones pico (30 a 90 minutos después de la inyección) superiores a 35 mcg/ml y las concentraciones terminales (antes de la siguiente dosis) superiores a 10 mcg/ml. Deberá ajustarse la dosis como se indica. En pacientes con función renal normal, puede administrarse una dosis única al día; las concentraciones pico en estos casos pueden exceder los 35 mcg/ml (ver Administración una vez al día y Administración en pacientes con insuficiencia renal, más adelante).
Administración intramuscular e intravenosa para pacientes con función renal normal:
- La dosis recomendada para adultos, niños y preescolares con función renal normal es de 15 mg/kg/día dividido en 2 ó 3 dosis administradas en intervalos iguales: 7.5 mg/kg cada 12 horas o 5 mg/kg cada 8 horas. El tratamiento de pacientes con peso excesivo no deberá exceder de 1.5 g al día. Cuando la amikacina está indicada en recién nacidos (ver Advertencias, en la sección de Precauciones o restricciones de uso durante el embarazo o la lactancia) se recomienda administrar inicialmente una dosis de carga de 10 mg/kg seguida de 7.5 mg/kg cada 12 horas.
- En prematuros la dosis recomendada es 7.5 mg/kg cada 12 horas. Lactantes mayores de 2 semanas y niños deben recibir 7.5 mg/kg cada 12 horas o 5 mg/kg cada 8 horas.
- Administración una vez al día: Alternativamente, en pacientes con función renal reflejada por una depuración de creatinina ≥ 50 ml/min, puede considerarse la administración intravenosa una vez al día de 15 mg/kg/día en adultos, o 20 mg/kg/día en niños (de 4 semanas de edad o mayores) en casos de bacteremia, septicemia, infecciones del tracto respiratorio, infecciones urinarias complicadas, infecciones intraabdominales y en forma empírica en neutropenia febril. La información del uso una vez al día en pacientes con otra patología orgánica sistémica es limitada (revisar los párrafos anteriores, en relación a la vigilancia de las concentraciones pico y terminales de amikacina). Debe tenerse cuidado al calcular la dosis con exactitud y la solución reconstituida de 50 mg/ml debe posteriormente diluirse cuando sea necesario para permitir la administración de dosis exactas en los prematuros más pequeños. La duración usual del tratamiento es de 7 a 10 días. La dosis diaria total por las diferentes vías de administración no deberá exceder de 15 a 20 mg/kg/día. En infecciones complicadas y difíciles, donde el tratamiento se prolonga más de 10 días, el uso de KANA, deberá ser reevaluado y, si se continúa, deberán evaluarse las funciones renal, auditiva y vestibular, así como determinarse los niveles de amikacina en suero. Cuando se indica KANA en infecciones no complicadas del tracto urinario, una dosis total diaria de 500 mg, ya sea en dosis única o dividida en 2 administraciones es suficiente (250 mg b.i.d). A la dosis recomendada, las infecciones no complicadas debidas a gérmenes sensibles a KANA, deben responder en un periodo de 24 a 48 horas. Si la respuesta clínica definitiva no se presenta en un periodo de 3 a 5 días, deberá repetirse el patrón de sensibilidad al antibiótico por el microorganismo infectante y considerar la suspensión del tratamiento. La falta de respuesta al tratamiento del proceso infeccioso puede deberse a la resistencia del microorganismo o a la presencia de un foco séptico que requiera drenaje quirúrgico.
Administración en pacientes con insuficiencia renal:
- Nota: En pacientes con alteración renal reflejada por depuración de creatinina < 50 ml/min, la administración de la dosis diaria total en un sola aplicación no es deseable en vista de que esos pacientes tendrán mayor exposición a concentraciones terminales elevadas (revisar los párrafos siguientes para ajustar las dosis en pacientes con insuficiencia renal). En pacientes con función renal alterada que reciben usualmente esquemas de dosificación dos o tres veces al día, siempre que sea posible, deberán vigilarse las concentraciones séricas de amikacina. En pacientes con función renal alterada deberá ajustarse la dosis, ya sea por administración de la dosis normal a intervalos prolongados o por administración de la dosis reducida a intervalos fijos. Ambos métodos están basados en la depuración de creatinina del paciente o los valores de creatinina sérica, ya que se ha observado una correlación con la vida media de los aminoglucósidos en pacientes con función renal disminuida. Estos esquemas de dosificación deben ser usados conjuntamente con una observación cuidadosa, tanto clínica como de laboratorio, y deberán modificarse cuando sea necesario, incluyendo modificaciones a pacientes con diálisis.
- Dosificación normal a tiempos prolongados: Si no es posible determinar la depuración de creatinina y la condición del paciente es estable, un intervalo en horas de la administración del medicamento con base en una dosis normal (por ejemplo: administración a pacientes con función renal normal sobre una base de administración dos veces al día a 7.5 mg/kg), puede ser calculada multiplicando la creatinina sérica por 9; por ejemplo, si la concentración de creatinina sérica es de 2 mg/100 ml la dosis única recomendada (7.5 mg/kg), deberá administrarse cada 18 horas.
Dosificación reducida a intervalos de tiempo fijos:
- Cuando la función renal está dañada y es deseable administrar KANA a intervalos de tiempo fijo, la dosis deberá reducirse. En estos pacientes las concentraciones séricas de KANA, deberán medirse para asegurar la adecuada administración de KANA y evitar concentraciones excesivas. Si no es posible hacer determinaciones séricas y la condición del paciente es estable, los valores de creatinina sérica y la depuración de creatinina son el parámetro más confiable del grado de insuficiencia renal para usarlo como guía de dosificación. Primero, iniciar el tratamiento administrando una dosis normal (7.5 mg/ kg) como dosis de carga; esta dosis inicial de carga es la misma que la normalmente recomendada para otros pacientes que tienen función renal normal descritos anteriormente. Para determinar el tamaño de las dosis de mantenimiento administradas cada 12 horas, la dosis inicial deberá ser reducida en proporción a la reducción de la depuración de creatinina del paciente: Dosis de mantenimiento cada 12 horas = DC * observada en ml ´dosis de carga en mg DC normal en ml min mi/min.
- Depuración de creatinina. Otra guía alternativa a la anterior determina la dosificación reducida a intervalos de 12 horas (para pacientes que tienen creatinina sérica conocida) y consiste en dividir la dosis normalmente recomendada por la creatinina sérica del paciente. Los esquemas de dosificación anteriores no son recomendaciones rígidas, pero son una aportación como guía para dosificar KANA, cuando no es factible determinar los niveles de amikacina.