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QUEMICETINA SUCCINATO
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¿Para qué sirve el medicamento Quemicetina succinato?
Útil en el tratamiento de infecciones causadas por Salmonella typhi, Haemophilus influenzae, Ricketsia.
¿Cómo se aplica el medicamento Quemicetina succinato?
Vía intravenosa: 50 mg/kg/día divididas a intervalos de 6 horas.
Intramuscular: 75 mg/kg/día en dosis dicividas a intervalos de 6 horas.
Adultos: 50 mg/kg/día en dosis divididas con intervalos de 6 horas.
Pacientes pediátricos: 50 mg/kg/día en dosis divididas con intervalos de 6 horas.
Neonatos: 25 mg/kg/día en 4 dosis iguales con intervalos de 6 horas.
¿Qué contiene el medicamento Quemicetina succinato?
Cloranfenicol.
Cada frasco ámpula con liofilizado contiene:
Succinato sódico
de cloranfenicol
equivalente a ............. 1.0 g
de cloranfenicol
La ampolleta con diluente contiene:
Agua inyectable ............. 5 ml
El cloranfenicol es un antibiótico, clínicamente de uso reservado para cuando agentes terapéuticos potencialmente menos peligrosos son inefectivos o están contraindicados en infecciones severas causadas por organismos susceptibles a sus efectos antimicrobianos. Sin embargo, el cloranfenicol puede ser seleccionado para iniciar una terapia antibiótica sobre la impresión clínica, de acuerdo a las señaladas más abajo. Concurrentemente se deben efectuar pruebas in vitro de sensibilidad, de forma tal que la droga pueda ser descontinuada tan pronto como sea posible, si agentes potencialmente menos dañinos son indicados por los resultados de dichas pruebas.
La decisión de seguir empleado cloranfenicol, en vez de otro antibiótico, cuando ambos son sugeridos por los estudios in vitro como efectivos contra un patógeno específico, debe ser tomada con base a la severidad de la infección, la susceptibilidad del patógeno a las diferentes drogas antimicrobianas y la eficacia de las diferentes drogas en la infección.
1) Infecciones agudas causadas por Salmonella typhi: El cloranfenicol es una droga de elección*, sin embargo, no se recomienda para el tratamiento de rutina del estado de portador de tifoidea.
* En el tratamiento de la fiebre tifoidea, algunas autoridades recomiendan que el cloranfenicol se administre en dosis terapéuticas durante 8 a 10 días después de que el paciente se torne afebril, para disminuir la posibilidad de recaída.
2) Infecciones graves causadas por cepas susceptibles, de acuerdo a los conceptos expresados a continuación:
a. Especies de Salmonella.
b. Haemophilus influenzae, específicamente infecciones meníngeas.
c. Rickettsia.
d. Grupo linfogranuloma-psitacosis.
e. Varias bacterias gramnegativas causando bacteriemia, meningitis u otras infecciones por gramnegativos graves.
f. Otros organismos susceptibles, que se haya demostrado que son resistentes a todos los demás agentes antimicrobianos apropiados.
3) Regímenes de fibrosis quística.
El cloranfenicol está contraindicado en individuos con hipersensibilidad y/o reacciones tóxicas conocidas al producto o sus componentes.
Desórdenes del sistema sanguíneo y linfático: El efecto adverso más serio del cloranfenicol es la depresión de la médula ósea.
Se sabe que después de la administración del cloranfenicol ocurren discrasias sanguíneas graves y fatales (anemia aplásica, anemia hipoplásica, trombocitopenia y granulocitopeia). Un tipo irreversible de depresión de la médula ósea, resultante en anemia aplásica con alta tasa de mortalidad, se caracteriza por la aparición, semanas o meses después de la terapia, de aplasia o hipoplasia de la médula ósea. Periféricamente se observa más frecuentemente la pancitopenia, pero en pequeño número de casos solo pueden ser deprimidos uno o dos de los tres principales tipos de células (eritrocitos, leucocitos, plaquetas). Puede ocurrir un tipo reversible de depresión de la médula ósea relacionado con la dosis e incremento del hierro sérico.
Este tipo de depresión de la médula ósea que se caracteriza por vacuolización de las células eritroides y disminución de los reticulocitos y leucopenia, responde rápidamente al retiro del cloranfenicol.
También se ha reportado hemoglobinuria paroxística nocturna.
- Desórdenes del sistema inmune: Tanto anafilaxia como reacciones de Herxheimer han ocurrido durante la terapia de la fiebre tifoidea.
- Desórdenes psiquiátricos: delirio, confusión mental, depresión leve.
- Desórdenes del sistema nervioso: cefalea, neuritis periférica usualmente después de terapia a largo plazo (si esto ocurre, la droga debe ser suspendida rápidamente), vértigo.
- Desórdenes oculares: neuritis óptica, usualmente después de tratamiento a largo plazo (si esto ocurre, la droga debe ser suspendida rápidamente).
- Desórdenes gastrointestinales: nausea, vómito, glositis y estomatitis, aftas, diarrea, dolor abdominal y enterocolitis, pueden ocurrir con baja incidencia.
- Desórdenes cardíacos: Síndrome Gris.
- Desórdenes de la piel y el tejido subcutáneo: angioedema, erupciones maculares y vesiculares, urticaria.
- Desórdenes generales y del sitio de administración: fiebre.
Caja con 1 frasco ámpula de vidrio con 1 g y diluente con 5 ml.
El cloranfenicol, al igual que otras drogas potentes, debe ser prescrito en las dosis recomendadas para que tenga actividad terapéutica. La inhibición de la mayoría de los organismos sensibles, se debe esperar con concentraciones de 5 a 20 µg/ml. La concentración sérica deseada de la droga activa, debe permanecer dentro de este rango durante la mayor parte del período de tratamiento. Con dosis de 50 mg/kg/día, divididas en 4 dosis y administradas con intervalos de 6 horas, usualmente se alcanzan y mantienen niveles de esta magnitud.
Excepto en ciertas circunstancias (por ejemplo, infantes prematuros, neonatos y en pacientes con insuficiencia hepática o renal), no se obtienen dichas concentraciones con dosis menores. Se debe mantener observación cercana del paciente y en el caso de que se presente cualquier reacción adversa, se debe disminuir la dosis o descontinuar la droga, si otros factores en la situación clínica lo permiten.
El inyectable de succinato sódico de cloranfenicol está concebido para uso intravenoso (IV). La administración intramuscular (IM) resulta en niveles séricos bajos, que pueden ser inefectivos. El uso de la vía IM se debe restringir para aquellos paciente en quienes no es posible la administración oral y el uso IV es imposible o impráctico. De acuerdo con esto, se debe considerar la administración de una dosis mayor que la recomendada, cuando se administre por vía intramuscular.
Intravenosa: 50 mg/kg/día en dosis divididas a intervalos de 6 horas, producirán niveles séricos de la magnitud en la cual la mayoría de los microorganismos susceptibles responderán.
Intramuscular: 75 mg/kg/día en dosis divididas a intervalos de 6 horas, con el fin de alcanzar los niveles séricos deseados.
Tan pronto como sea posible, la forma parenteral debe ser sustituida por una forma de dosificación oral, ya que se obtienen niveles séricos adecuados con el cloranfenicol cuando se administra oralmente.
Se recomienda el siguiente método de administración: intravenosamente como una solución al 10% (100 mg/ml) inyectada durante un intervalo de por lo menos un minuto.
La solución de cloranfenicol al 10% (100 mg/ml) se prepara añadiendo 10 ml de un diluente acuoso, como agua para inyección o inyección de dextrosa al 5%.
Uso en adultos: Los adultos deben recibir 50 mg/kg/día en dosis divididas con intervalos de 6 horas. En casos excepcionales, los pacientes con infecciones debidas a organismos moderadamente resistentes pueden requerir inicialmente dosis aumentadas de hasta 100 mg/kg/día para alcanzar los niveles séricos que inhiben al patógeno, pero esas dosis deben ser disminuidas tan pronto sea posible. Los adultos con insuficiencia en la función hepática o renal, o en ambas, tienen disminuida la capacidad para metabolizar y excretar la droga.
En los casos de procesos metabólicos insuficientes, las dosis deben ajustarse acordemente.
Uso en pacientes pediátricos: Una dosis de 50 mg/kg/día en dosis divididas con intervalos de 6 horas, es efectiva contra la mayoría de los organismos susceptibles. Las infecciones severas (por ejemplo, bacteriemia o meningitis), donde se desean niveles de droga adecuados en el líquido cefalorraquídeo, pueden requerir dosis de hasta 100 mg/kg/día; sin embargo, se recomienda la disminución de la dosis a 50 mg/kg/día tan pronto como sea posible.
Los pacientes pediátricos con función hepática o renal insuficiente, pueden retener cantidades excesivas de la droga.
Uso en neonatos: Un total de 25 mg/kg/día en 4 dosis iguales con intervalos de 6 horas, usualmente produce y mantiene concentraciones en suero y tejido adecuadas para controlar la mayoría de las infecciones para las cuales está indicada la droga. Estas recomendaciones de dosificación son extremadamente importantes, ya que la concentración sérica en todos los neonatos prematuros y de término completo menores de dos semanas de edad, difiere de la de otros infantes. Esta diferencia se debe a variaciones en la madurez de las funciones metabólicas del hígado y renales.
Dosis aumentadas en esos pacientes, demandadas por infecciones severas, se debe dar solamente para mantener las concentraciones séricas dentro de un rango efectivo terapéuticamente. Después de las primeras dos semanas de vida, los neonatos de término completo pueden recibir un total de hasta 50 mg/kg/día, dividido igualmente en 4 dosis con intervalos de 6 horas.
Cuando dichas funciones están inmaduras (o seriamente insuficientes en los adultos), se encuentran concentraciones séricas elevadas de la droga, con tendencia a aumentar con dosis sucesivas.
Uso en pacientes con procesos metabólicos inmaduros: En infantes jóvenes y otros pacientes pediátricos cuyas funciones metabólicas se sospechan inmaduras, una dosis de 25 mg/kg/día producirá usualmente concentraciones séricas terapéuticas de la droga. Particularmente en esos pacientes, la concentración sérica debe ser monitoreada cuidadosamente por técnicas farmacológicas, cuando sea posible.