Los pacientes con enfermedad hepática tienen disminuido el aprovechamiento y capacidad de almacenamiento de carbohidratos, así como un aumento en el consumo de proteínas y grasas, lo que colabora a presentar estados de malnutrición. Para evitar esto, es necesario que el paciente reciba orientación para crear una dieta acorde a su estado.
Lo recomendable es realizar tres comidas al día e incluir una colación a media mañana y otra antes de dormir.
Estos son algunos cambios que puede hacer en su dieta diaria:
Nutrientes que debe incluir |
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Proteínas |
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Grasas |
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Carbohidratos |
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Líquidos |
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Alimentos que se deben limitar |
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Sodio |
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Posibles deficiencias
Es posible que también necesite un aporte extra de vitaminas, minerales y aminoácidos (consulte la siguiente lista), lo cual puede solucionarse mediante suplementos vitamínicos:
- Vitamina A
- Vitamina D
- Vitamina K
- Vitamina E
- Tiamina
- Selenio
- Zinc
- Manganeso
El uso de probióticos también está indicado, ya que ayudan a eliminar compuestos tóxicos derivados de bacterias que dañan al hígado.
Fuentes:
- Drug.com. Dieta para enfermedad hepática. Disponible en: https://www.drugs.com/cg_esp/dieta-para-enfermedad-hepática-discharge-care.html
- Aceves-Martins, M. (2014). Cuidado nutricional de pacientes con cirrosis hepática. Nutrición Hospitalaria, (2): 246-258. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112014000200003
- American Kidney Fund. Dieta renal. Disponible en: www.kidneyfund.org/en-espanol/enfermedad-de-los-rinones/prevencion/dieta-renal.html