Los brackets (frenos) son aparatos fijos de ortodoncia que sirven para tratar anomalías en forma, posición, relación y función de las estructuras dentomaxilofaciales.
Especialistas aseguran que la edad más recomendable para usar brackets es a partir de los 12 años. En la actualidad, los aparatos fijos de ortodoncia se componen de:
- Soporte (brackets), bandas (anillo de metal) o coronas, que se adhieren a las piezas dentales.
- Cemento o material de unión que asegura cada bracket, banda o corona a los dientes.
- Alambre en forma de arco que une a todos los brackets, bandas o coronas.
Los brackets se adhieren al diente con cemento para transmitir la fuerza de los arcos, los cuales se encargan de mover las piezas dentales, sin embargo, gracias a los avances tecnológicos, los hay de distintos tipos:
- Brackets metálicos. Son los aparatos convencionales de color plateado.
- Brackets estéticos. Están hechos de material cerámico, por lo que pueden tener color similar al diente o, incluso, ser transparentes, no obstante, tienen idéntica función a los metálicos.
- Brackets autoligables quick. Son de nueva generación y acortan el tiempo del tratamiento, ya que, a diferencia de los tratamientos convencionales, el arco se desliza por su interior con menor fricción, distribuyendo de mejor manera la fuerza entre todos los brackets, además de que están reforzados para evitar sus deformaciones.
- Brackets de zafiro. Por ser transparentes, no manchar ni desgastarse, son los más estéticos y de mayor calidad en ortodoncia.
Los brackets estéticos cumplen la misma función que los metálicos, si bien la diferencia radica en el tipo de material utilizado que los hace más costosos pero menos visibles, por lo que la elección de los aparatos fijos de ortodoncia depende en gran medida del gusto y presupuesto del paciente.