Epilepsia e hipertensión son afecciones crónicas comunes, ambas muestran una alta prevalencia en los grupos de mayor edad.
Epilepsia y ECV
Hipertensión es un factor de riesgo importante para enfermedades cerebrovasculares que son la etiología principal de la epilepsia en ancianos. Epilepsia puede seguir una lesión isquémica o hemorrágica bien definida (epilepsia posterior al accidente cerebrovascular) o puede estar asociada con una enfermedad de vasos pequeños.
Aproximadamente la mitad de las convulsiones no provocadas (es decir, las convulsiones que no ocurren durante o inmediatamente después de un evento causal agudo) pueden no tener un origen identificable en los adultos.
La evidencia reciente sugiere que la hipertensión en sí misma puede actuar con un mecanismo directo, es decir, en ausencia de lesiones cerebrales obviamente epileptogénicas, siendo un factor de riesgo independiente para la epilepsia.
Revisión de la literatura médica
Se seleccionaron artículos escritos en inglés sobre epilepsia, hipertensión, accidente cerebrovascular y enfermedad cerebrovascular hasta diciembre de 2018.
El sistema renina-angiotensina puede jugar un papel central en la interacción directa entre la hipertensión y epilepsia, pero se pueden contemplar otros mecanismos.
El accidente cerebrovascular de gran tamaño, la enfermedad de los vasos pequeños y el síndrome de leucoencefalopatía reversible posterior son lesiones cerebrales relacionadas con la hipertensión que pueden determinar la epilepsia por mecanismos indirectos.
Hipertensión como predictor de epilepsia
No se ha demostrado el papel de la hipertensión como un factor de riesgo independiente para la epilepsia posterior al accidente cerebrovascular.
El papel de la enfermedad de pequeños vasos relacionada con la hipertensión en la epilepsia de inicio en adultos ha sido demostrado.
El tratamiento antiepiléptico crónico debe considerar el riesgo de interacciones farmacológicas con los antihipertensivos.
Tanto la epilepsia como la hipertensión son enfermedades frecuentes, crónicas que pueden coexistir en el mismo individuo.
El papel patógeno de la hipertensión en la determinación de las convulsiones y la epilepsia puede ser directo o indirecto.
El sistema renina angiotensina podría desempeñar un papel central en la interacción directa entre hipertensión y epilepsia.
La hipertensión es un predictor de epilepsia de inicio tardío independientemente del daño vascular.
El tratamiento farmacológico en pacientes con hipertensión y convulsiones debe tener en cuenta las interacciones farmacológicas y los mecanismos de acción.
La evidencia actual de estudios preclínicos y clínicos apoya la visión de que la hipertensión puede ser una causa de convulsiones y epilepsia a través de mecanismos directos o indirectos.
En tanto posterior al accidente cerebrovascular, epilepsia y vasos pequeños asociados se recomienda el tratamiento antiepiléptico crónico.
En el síndrome de encefalopatía reversible posterior, la presión arterial debe reducirse rápidamente y debe iniciarse un tratamiento antiepiléptico rápido.
La evidencia actual de estudios preclínicos y clínicos apoya la visión de que la hipertensión puede ser una causa de convulsiones y epilepsia a través de mecanismos directos o indirectos.
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