Para que un tumor crezca, debe desarrollar vasos sanguíneos que suministren alimento y oxígeno. Por ello, prevenir la vascularización tumoral es una interesante terapia antitumoral que se ha explorado en los últimos 10 años, la cual identifica dos citoquinas clave en el reclutamiento de células sanguíneas esenciales para la formación de nuevos vasos sanguíneos y descifra cómo estos factores interactúan simultáneamente con los vasos sanguíneos.
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