La Guía de Práctica Clínica Diagnóstico y tratamiento de las crisis hipertensivas en adultos en los tres niveles de atención pone a disposición del personal de salud las recomendaciones basadas en la mejor evidencia disponible para estandarizar las acciones para definir qué es una crisis hipertensiva, cómo se clasifican, conocer cuáles son los mecanismos fisiopatológicos de la crisis hipertensiva, cuáles son los hallazgos que permiten su identificación, cuáles son los estudios de laboratorio y gabinete necesarios para el diagnóstico y tratamiento de las crisis hipertensivas, identificar las diferencias entre crisis, emergencias y urgencia hipertensiva y en qué casos se indica la hospitalización; cuáles son las indicaciones de referencia del paciente al segundo nivel de atención, cuáles son los fármacos recomendados en cada caso, qué pacientes deben recibir tratamiento endovenoso y cuáles vía oral, determinar cuáles son los objetivos iniciales de tratamiento en la reducción de las cifras de presión arterial, cómo se debe realizar el monitoreo de la reducción de la presión arterial, cuándo debe egresarse al paciente con crisis hipertensiva, cuáles son las complicaciones potenciales de una crisis hipertensiva, cuál es el riesgo de hemorragia cerebral y ocular, edema cerebral e isquemia miocárdica en una crisis hipertensiva, cuáles son las consecuencias de reducción abrupta de las cifras de presión arterial en una crisis hipertensiva, cuál es la eficacia y seguridad de los medicamentos endovenosos y orales, cuáles son los efectos colaterales de los medicamentos endovenosos en el tratamiento de la crisis, y cuáles son los medicamentos que con mayor frecuencia predisponen a crisis hipertensivas.