OSTEOARTRITIS
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Cada frasco ámpula contiene:
Succinato sódico de
metilprednisolona
equivalente a ................. 500 mg
La ampolleta con diluyente contiene:
Alcohol bencílico ................ 80 ml
Agua inyectable cbp ........... 1 ml
Este medicamento es un corticoide indicado en:
- Trastornos endocrinos: Insuficiencia adrenocortical primaria o secundaria. Insuficiencia adrenocortical aguda, hiperplasia adrenal congénita, hipercalcemia asociada con cáncer, tiroiditis no supurativa.
- Enfermedades reumáticas: Artritis reumatoide, osteoartritis postraumática, bursitis aguda y subaguda, epicondilitis, artritis psoriásica, artritis gotosa aguda, tenosinovitis aguda inespecífica, espondilitis anquilosante.
- Enfermedades de la colágena: Lupus eritematoso sistémico, dermatomiositis sistémica, carditis reumática aguda.
- Trastornos dermatológicos: Pénfigo, eritema multiforme grave, dermatitis exfoliativa, psoriasis grave, dermatitis herpetiforme, dermatitis seborreica, micosis fungoide.
- Estados alérgicos: Asma bronquial, rinitis alérgica, reacciones de hipersensibilidad a fármacos, dermatitis atópica. Dermatitis por contacto, enfermedad del suero, edema laríngeo agudo no infeccioso.
- Trastornos hematológicos: Anemia hemolítica adquirida, trombocitopenia secundaria en adultos, eritroblastopenia, anemia hipoplásica congénita.
- Sistema nervioso: Exacerbación de esclerosis múltiple.
- Enfermedades oftalmológicas: Herpes zoster oftálmico, iritis, iridociclitis, coriorretinitis, uveítis difusa posterior, neuritis óptica, inflamación del segmento anterior, conjuntivitis alérgica, úlcera corneal marginal alérgica, queratitis.
- Enfermedades respiratorias: Sarcoidosis sintomática, coadyuvante en el tratamiento de la tuberculosis pulmonar fulminante o diseminada (con un apropiado régimen de antituberculosos). Síndrome de Loeffler no manejable por otros medios, neumonitis por aspiración.
- Enfermedades neoplásicas: Leucemias y linfomas, leucemia aguda en niños.
- Estados edematosos: Para inducir diuresis o remisión de proteinuria en el síndrome nefrótico, sin uremia, del tipo idiopático o debido a lupus eritematoso.
- Misceláneos: Meningitis tuberculosa con bloqueo subaracnoideo o bloqueo inminente cuando es usado concomitantemente con terapia antituberculosa apropiada. triquinosis con complicación neurológica o miocárdica.
Infecciones sistémicas por hongos, hipersensibilidad conocida a cualquiera de los componentes, administración intravenosa y administración intratecal. Los corticosteroides deben ser usados con precaución en pacientes con herpes ocular simple previniendo una perforación corneal.
Durante el uso de corticosteroides pudieran aparecer alteraciones psíquicas las cuales incluyen euforia, insomnio y cambios en la personalidad, depresión severa que puede ir hasta francas manifestaciones psicóticas. En aquellos pacientes que tienen como antecedentes inestabilidad emocional o tendencias psicóticas, éstas pueden verse agravadas durante la administración de corticosteroides.
Los corticosteroides deberán ser utilizados con precaución en pacientes con antecedentes de colitis ulcerativa no específica, en presencia de abscesos u otra infección piógena. A su vez, se deberá tener precaución de su uso en pacientes con anastomosis intestinal reciente, pacientes con diverticulitis, úlcera péptica activa o latente, insuficiencia renal, hipertensión, osteoporosis, y en la miastenia gravis cuando los esteroides son utilizados como una terapia concomitante o directa.
Aplicación local en una articulación previamente infectada.
Los corticosteroides pueden enmascarar algunos signos de infección. En presencia de infección aguda no se deben utilizar por vía intrasinovial, intrabursal o intratendinosa y para efecto local. El uso prolongado de corticosteroides puede producir cataratas subcapsulares, glaucoma con posible daño de los nervios ópticos, y puede provocar el establecimiento de infecciones oculares secundarias causadas por hongos o virus.
Hirsutismo, facies lunar, estrías cutáneas, acné, hiperglucemia, hipertensión. Mayor susceptibilidad a las infecciones, úlcera péptica, miopatía, trastornos de la conducta, catarata subcapsular posterior, osteoporosis, fracturas vertebrales por compresión, inhibición o detención del crecimiento en niños. Hipotalasemia, náuseas y catabolismo proteico. Insuficiencia cardíaca congestiva en pacientes susceptibles, aumento de la presión intracraneal con papiledema, aumento de la presión intraocular, glaucoma, debilidad muscular, pérdida de la masa muscular, necrosis aséptica de las cabezas humeral y femoral, fracturas patológicas de huesos largos, pancreatitis, distensión abdominal, esofagitis ulcerativa, impedimento en la cicatrización de heridas, petequias y equimosis, reacciones alérgicas, eritema facial, aumento en la sudoración, convulsiones, vértigo, cefalea, irregularidades menstruales, falta de respuesta adrenocortical de la hipófisis, particularmente en periodos de estrés, así como en trauma, cirugía o enfermedad, disminución de la tolerancia a los carbohidratos, manifestaciones latentes de diabetes mellitus, aumento de requerimientos para insulina o hipoglucemiantes orales en diabéticos, exoftalmos.
Administrada parenteralmente pueden presentarse reacciones anafilácticas o reacciones alérgicas, hiperpigmentación o hipopigmentación, atrofia cutánea y subcutánea, atropatía tipo Charcot, infecciones en el sitio de inyección cuando no se siguen técnicas estériles, abscesos estériles y exacerbaciones del padecimiento posaplicación, cuando se usa en forma intrasinovial.
Caja con un frasco ámpula de 500 mg y ampolleta de 8 ml de diluyente.
Administración intramuscular para efecto sistémico: La dosis intramuscular variará de acuerdo con cada patología y deberá individualizarse conforme a la gravedad del padecimiento y a la respuesta del paciente.
En artritis reumatoide de 40 a 120 mg cada 1 a 2 semanas. En asma bronquial y rinitis alérgica: 80 a 120 mg cada 2 a 3 semanas. En trastornos dermatológicos: 40 a 120 mg semanalmente durante 1 a 4 semanas. Administración intraarticular para efecto local: La dosis intraarticular dependerá del tamaño de la articulación y variará de acuerdo con la gravedad de la lesión y a cada caso en particular.
En casos crónicos, las inyecciones pueden repetirse con intervalos de 1 a 5 o más semanas, dependiendo del alivio obtenido con la dosis inicial.
A fin de minimizar la incidencia de atrofia dérmica y/o subdérmica, se deberá tener cuidado en no exceder las dosis recomendables en cada aplicación. La aplicación en el músculo deltoides debe ser abolida debido a la alta incidencia de atrofia subcutánea.
En articulaciones grandes (rodillas, tobillos, hombros) la dosis varía de 20 a 80 mg; en articulaciones medianas (codos, muñecas) de 10 a 40 mg; en pequeñas (metacarpofalángicas, interfalángicas, esternoclavicular, acromioclavicular) de 4 a 10 mg.
A fin de obtener el máximo efecto antiinflamatorio, es importante que la inyección sea en el espacio sinovial. Siguiendo la misma técnica de asepsia que se emplea en una punción lumbar, se introducirá una aguja estéril calibre 20 a 24 (con una jeringa vacía) en el espacio sinovial. La infiltración previa con un anestésico es opcional. La aspiración de unas cuantas gotas de líquido sinovial verificará la posición correcta de la aguja. Con la aguja en el espacio sinovial, se retira la jeringa de aspiración y en su lugar se coloca una segunda jeringa conteniendo la cantidad adecuada de acetato de metilprednisolona. Con esta segunda jeringa se hace una aspiración para constatar que la aguja se encuentra todavía en el espacio articular. Después de la inyección, se moviliza cuidadosamente la articulación, a fin de que se mezcle la suspensión con el líquido sinovial. El sitio es cubierto con una gasa estéril.
Los sitios disponibles para aplicación intraarticular son la rodilla, tobillo, muñeca, hombro, codo, falanges y articulaciones de la cadera. Debido a la dificultad que ocasionalmente se encuentra para localizar la articulación de la cadera, se deberán tomar precauciones a fin de evitar cualquier traumatismo de un vaso sanguíneo grande en esta área. Las fallas en el tratamiento son frecuentemente debidas a la incapacidad para encontrar el espacio de la articulación. La terapia local no altera el proceso de desarrollo de la enfermedad y siempre que sea posible, la terapia deberá incluir fisioterapia y correcciones ortopédicas.
La aplicación repetida por vía intraarticular puede en algunos casos ocasionar inestabilidad de la articulación. Se sugiere un seguimiento a base de rayos X en casos seleccionados, a fin de detectar deterioro. En caso de que sea utilizado un anestésico local previo a la aplicación del acetato de metilprednisolona, se deberán leer cuidadosamente las precauciones indicadas.
Bursitis: En una forma estéril se aplica procaína al 1%. Se conecta una aguja calibre 20 a 24 a una jeringa estéril la cual es insertada dentro de la bursa y se aspira líquido, a fin de asegurar su correcta colocación, la aguja se deja insertada y la jeringa que aspiró líquido se cambia por una que contiene la dosis deseada. Después de la aplicación, se cubre con una gasa estéril.
Misceláneos: Ganglios, tendinitis, epicondilitis. En el manejo de padecimientos como la tendinitis o la tenosinovitis se deberá tener cuidado de que después de la aplicación de un antiséptico en la piel que cubre la zona infectada, se inyecta la suspensión sobre la vaina del tendón más que dentro de la sustancia del mismo. Al tratar la apicondilitis se deberá encontrar el área de mayor sensibilidad y aplicar la suspensión en ésta. Para tumores quísticos del tendón, la suspensión se inyecta directamente en el tumor. En muchos casos una dosis única provoca una marcada disminución en el tamaño del tumor quístico y puede desaparecerlo. En el tratamiento de padecimientos crónicos o recurrentes, las aplicaciones repetidas pueden ser necesarias.
Dermatología: Posterior a la limpieza con un antiséptico se aplican 20 a 60 mg de la suspensión dentro de la lesión. podría ser necesario distribuir dosis que varíen entre 20 a 40 mg en aplicaciones repetidas para los casos de lesiones grandes. Se deberá tener cuidado de evitar aplicaciones excesivas del medicamento que pueda causar zonas pequeñas de tejido muerto. Usualmente se emplean de una a cuatro inyecciones.
Administración para efecto sistémico: La dosis intramuscular variará de acuerdo al padecimiento que está siendo tratado. Cuando se desea un efecto prolongado, la dosis semanal puede ser calculada multiplicando la dosis oral diaria por 7 y aplicándola como dosis intramuscular única.
La terapia hormonal es concomitante a, y no reemplazo para terapia convencional. La dosis deberá ser disminuida o descontinuada gradualmente, cuando ésta ha sido administrada por un tiempo mayor a 7 días. La severidad, pronóstico, duración esperada de la enfermedad y la reacción del paciente a la medicación son factores primarios que determinan la dosis. Si ocurre un periodo de remisión espontánea en un padecimiento crónico, el tratamiento deberá ser descontinuado.
Deberán efectuarse a pacientes con historia de úlcera o dispepsis significante, análisis de orina, glucosa sanguínea posprandial a las 2 horas, presión arterial, peso corporal y telerradiografía de tórax; es aconsejable llevar a cabo estudio radiográfico del tracto gastrointestinal superior.
En pacientes con el síndrome adrenogenital, una dosis intramuscular de 40 mg cada dos semanas puede ser la adecuada. para el mantenimiento de pacientes con artritis reumatoide, la dosis intramuscular semanal variará de 40 a 120 mg. La dosis usual para pacientes con lesiones dermatológicas es de 40 a 120 mg de acetato de metilprednisolona administrada por vía intramuscular cada semana, por una a cuatro semanas. En la dermatitis aguda y severa, el alivio puede iniciarse a las 8 a 12 horas posteriores a la aplicación intramuscular de una dosis única de 80 a 120 mg. En la dermatitis por contacto crónica, las aplicaciones repetidas a intervalos de 5 a 10 días pueden ser necesarias. En la dermatitis seborreica la dosis semanal de 80 mg puede ser adecuada para controlar el padecimiento. En pacientes asmáticos la administración intramuscular de 80 a 120 mg puede proporcionar alivio a las 6 a 48 horas y persistir por varios días, hasta dos semanas. En forma similar, en pacientes con rinitis alérgica, la dosis intramuscular de 80 a 120 mg puede ser acompañada por un alivio de los síntomas a las 6 horas, persistiendo por varios días hasta tres semanas.
Administración intrarrectal: Es de utilidad como terapia concomitante en el tratamiento de algunos casos de colitis ulcerativa. La dosis puede variar de 40 a 120 mg administrados por enemas o goteo continuo de tres a siete veces por semana por dos o más semanas. Muchos pacientes pueden ser controlados con 40 mg del acetato de metilprednisolona en 30 a 300 ml de agua, dependiendo del grado de lesión de la mucosa colónica inflamada.