El síndrome congénito por virus zika comprende una serie de malformaciones fetales, principalmente del SNC. La ultrasonografía es el auxiliar de mayor trascendencia que permite establecer una evaluación sistemática en los controles ecográficos de rutina de las gestantes. Sin embargo, la neurosonografía fetal es el estándar de referencia en la evaluación de la anatomía cerebral fetal y debería formar parte del algoritmo diagnóstico en todos los casos sospechosos.